“No hay mejor antídoto para resolver los problemas de escasez y precios altos que la propia competencia”
señala Falla, socio de Bullard Falla Ezcurra +.
En los 70´s se metía presa a la gente que no respetaba la lista de “precios oficiales” de los productos básicos. Si eran extranjeros, se los expulsaba del país. Se alegaba la existencia de una “crisis” como justificación de la medida. Un burócrata fijaba los precios del arroz, azúcar y ¡cerveza! No era raro que recibiera canastas navideñas y alguito más. Los militares estaban en la calle para hacer cumplir la regulación.
Cuidado. Hay varios políticos que, bajo la excusa de combatir el virus, quieren desempolvar este tipo de instrumentos que anulan la competencia y la reemplazan por la mano intervencionista del Estado. Si lo hacen, será difícil atender a las necesidades de la gente en la actual coyuntura. Pero, sobre todo, será difícil emprender la recuperación con lo que quede de todo esto.
En el contexto que nos toca vivir, hay empresas que han visto desaparecer la demanda (restaurantes, líneas aéreas, hoteles, etc.). Pero hay otras a las que le ha sucedido exactamente lo contrario. No tienen manos para atender toda la demanda que enfrentan. Hay casos obvios (fabricantes de jabón, alcohol, cloro, etc.). Pero también hay otros menos evidentes. A los fruteros y verduleros, les ha subido la demanda. Hoy hacen delivery y aceptan pagos electrónicos. ¡Quién lo diría!
En cuarentena, sigue existiendo competencia por atender las necesidades de la gente. Y eso es bueno. No hay mejor antídoto para resolver los problemas de escasez y precios altos que la propia competencia.
Fue la competencia la que ayudó a reducir el precio del limón cuando este subió como consecuencia de las lluvias en el norte del país el año 2017. El precio minorista llegó a S/40 por Kilo. Luego se normalizó cuando se restableció el transporte. No hubo necesidad de establecer un régimen de control de precios ni de meter a la cárcel “a los acaparadores” como quería el Defensor del Pueblo. Este presentó un proyecto de Ley que fue aprobado por unanimidad en el Congreso. Pasada la crisis, se abandonó la medida. A ningún político le interesó insistir en la medida.
Este tipo de iniciativas sirven para que los políticos se llenen la boca; no para resolver los problemas de la gente. Si no me creen, pregunten a los venezolanos que tengan cerca; ellos saben mucho de este tipo controles y de las crisis que generan.
En el Congreso circulan proyectos para restablecer, bajo la forma de sanción penal a la especulación y acaparamiento, los mecanismos de control de precios que existían en los 70´s. El Ejecutivo ha logrado que el Congreso le delegue facultades para dictar medidas en esta materia. Esperemos que, con la excusa de matar al coronavirus, no se acabe por matar la competencia y con ello los incentivos de los empresarios para atender a las necesidades de la gente incluso en épocas de coronavirus.
Alejandro es Máster en Regulación por el London School of Economics and Political Sciences, Reino Unido. Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Tiene práctica en las áreas de Derecho de la Competencia, Regulación Económica, Regulación en Telecomunicaciones, Energía y Transporte, Responsabilidad Civil Extracontractual, Contratos y Arbitraje. Cuenta con un nivel fluido de inglés.