Nadie discutirá que un pacto donde se determina prestar dinero y cómo cobrarlo es un tema privado. Deudor y acreedor celebran un contrato de préstamo de acuerdo a los términos que para ellos son los más convenientes; y en dicho contrato prevén la forma y plazos de pago, así como las sanciones en caso de incumplimiento.