19/05/2018 Diario El Comercio (Perú)
Debo haber escuchado la frase más de 100 veces. La primera vez creo que fue en la primaria. La he escuchado de políticos, científicos, profesores de escuela y de universidad. Incluso se la escuché a mi padre, a más de un tío y a algún amigo cercano. Ha marcado nuestra historia y lo que pensamos de nosotros. Es compañera de nuestro pesimismo constante. Es el himno de nuestra frustración: “El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro”…