24/01/2015 El Comercio de Perú
“A quien madruga Dios lo ayuda”. ¿Ha escuchado este refrán? Posiblemente muchas veces. Es más, hasta es posible que lo haya utilizado.
Refleja lo que consideramos “sabiduría popular”: significa que actuar con celeridad da mejores posibilidades de un buen resultado. “No por mucho madrugar amanecemás temprano”. Sin duda, también lo ha escuchado y utilizado.
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El síndrome de lo tibio
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