Artículo escrito por Andrés Caro
Un señor va a una tienda a comprar una joya. En la vitrina encuentra una gran variedad de diseños, pero encuentra para su sorpresa que todas las joyas cuestan US$1,200. Al preguntarle al vendedor la razón, éste le dice que, considerando el costo de producción y un margen razonable, la joya de menor calidad podría costar US$800; sin embargo, la regulación le impide cobrar por cada pieza un precio menor a US$1,200. El comprador, muy confundido, abandona la tienda con las manos vacías, preguntándose quién compraría una joya por US$1,200, cuando su valor de mercado tendría que ser US$800.
Pulpines: Joyas en bruto
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