Artículo escrito por Andrés Caro
A medida que la capacidad adquisitiva de los peruanos aumenta, también lo hacen sus preferencias por bienes y servicios de mayor calidad. Esta reestructuración de la demanda incentiva a la formación de nuevas empresas para atender nichos específicos; sin embargo, las dificultades burocráticas para crear empresas se presentan como una traba para su apertura. Con esta rigidez impuesta por la regulación, la competencia pierde parte de su capacidad de asignar eficientemente la calidad. Indecopi intenta solucionar este problema a través de la protección de los consumidores; sin embargo, cada vez los reclamos son más. La razón es que se está atacando la consecuencia del problema, pero no la raíz. Si el Estado no se centra en facilitar el ingreso de nuevas empresas al mercado que permitan que la competencia sea la encargada de proteger a los consumidores, la capacidad de Indecopi quedará rebasada permanentemente. Ante una mala atención, el consumidor debería poder voltear a la empresa del costado, mas no verse obligado a ir a Indecopi.
No quiero ir a Indecopi
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