Artículo publicado por Andrés Caro
¿Se imaginan qué ocurriría si la FIFA decidiera darle un premio monetario a los árbitros por cada tarjeta amarilla que sancionen? ¡Probablemente en cada partido saldrían 5 expulsados! Los árbitros tendrían un incentivo perverso a sancionar, a pesar de que la conducta no lo necesariamente lo amerite. El Ejecutivo pretende utilizar este principio para eliminar el autofinanciamiento vía multas de algunas entidades del Estado, entre ellas INDECOPI.
Lo curioso es que en INDECOPI, la estructura organizacional atenúa en gran medida este mal incentivo. Así, surge la pregunta: ¿no será ésta una excusa para aumentar el poder del Ejecutivo sobre INDECOPI? Sin financiamiento propio, ¿con qué piso podría la Entidad de Competencia impedir las medidas de la misma institución que lo financia?