Publicado por: Perú 21
“Ojalá no ocurra, pero estas Fiestas Patrias podríamos cambiar la letra del himno por ‘Somos pobres, seámoslo siempre’”.
La primera: Keiko Fujimori es la peor candidata de la historia electoral universal. Enfrentó a dos candidatos de izquierda radicales de distinta intensidad (Ollanta Humala y Pedro Castillo). A pesar del temor que generaron y de su muy baja calidad política y técnica (en el caso de Castillo patética), no pudo derrotar a ninguno. Y tampoco pudo derrotar a su rival de derecha (PPK).
Salvo que se enfrente a Alberto Fujimori o a Vladimiro Montesinos, no le gana a nadie pues su “antivoto”, obtenido a puro “mérito”, con antipatía y arbitrariedad, apabulla sus propios votos.
La segunda: conforme se desvanecen las argumentaciones de fraude, uno de los peores candidatos de nuestra bicentenaria historia (y vaya si hemos tenido malos) será nuestro próximo presidente.
Su mensaje extremista y confrontacional ha llegado a capturar (a duras penas y a regañadientes) más de la mitad de los votos. Es difícil explicar cómo un sistema como el comunismo (y su primo cercano el socialismo), que ha fracasado brutalmente una y otra vez, en experiencias históricas concretas, innegables y desgarradoras (como Cuba, Venezuela o la Unión Soviética), siga captando tantas simpatías.
Este encanto de esas ideas nace del reiterado error de entender la economía como un juego de suma cero. Para el discurso comunista, si alguien se hizo rico, es porque otro se hizo pobre. Si alguien gana, es porque alguien perdió. Hay una incapacidad sustancial de entender que la economía es un juego “win win”.
El fútbol, a diferencia de la economía, es un juego de suma cero. Para que un equipo gane, el otro tiene que perder. Para meter un gol el otro equipo tiene que recibir un gol en contra.
Para un comunista hay ricos porque existen pobres. Si el balance de una empresa arroja utilidades, es porque alguien (los consumidores, los trabajadores, o alguien más) ha “arrojado pérdidas”. Si la plata no me alcanza, ello es culpa de aquellos a los que la plata sí les alcanza. Pero las economías desarrolladas demuestran precisamente lo contrario.
Los intercambios (comerciales, laborales, financieros o de cualquier otro tipo) hacen que ambos lados de la operación ganen. Pueden ganar diferente, pero ambos ganan. Si Amazon genera utilidades para sus accionistas, es porque los consumidores acuden al sistema de compra porque reciben también beneficios (mejores precios y acceso a productos). Ambos ganan y, por tanto, ambos se enriquecen en relación con la situación anterior al intercambio.
No estoy diciendo que no existan personas ricas y personas pobres. Pero en una economía sana de intercambios libres no existe una relación de causalidad entre la generación de riqueza y el crecimiento de la pobreza. Es precisamente al revés.
El programa comunista pretende forzar o distorsionar intercambios y el hacerlo destruye el efecto “win win” y lo sustituye con uno de suma cero. Al hacerlo, destruye la productividad de la economía y, con ello, la generación de riqueza, Bryan Caplan especulaba que para los humanos es más fácil entender las sumas y las restas que las multiplicaciones, y, por tanto, nos cuesta comprender que de la unión de dos números puede surgir un número sustancialmente mayor. Ese error hace atractivo un sistema que destruye la riqueza que pretende generar.
Máster en Derecho (LL.M.) por la Universidad de Yale, Estados Unidos. Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Doctor Honoris Causa por la Universidad Continental. Experiencia en Arbitraje Internacional y de Inversiones, Competencia, Regulación Económica, Derecho Civil y de Contratos, con enfoque en los sectores de construcción, seguros, energía, telecomunicaciones, minería, hidrocarburos, entre otros. Como abogado y experto, ha participado en 150 casos administrados bajo las reglas de CCI, CIADI, CIAC, CCL, Amcham y el Centro de Arbitraje de la PUCP. Como árbitro ha participado en más de 300 arbitrajes administrados por la CCI, CIADI, PCA, CIAC, CCL, Amcham, etc. Es el único latinoamericano que forma parte de la Corte de Arbitraje de London Court of International Arbitration. Forma parte del Consejo de administración del CEIA. Fue miembro de la Corte Internacional de Arbitraje de la CCI y Presidente de la Comisión Técnica del Ministerio de Justicia que elaboró la Ley de Arbitraje peruana. Hasta el 2000, fue miembro del Tribunal de INDECOPI. Hace más de 16 años es reconocido como Band 1 / Star Individual por Chambers & Partners, y es el único peruano reconocido en el ranking regional de International Arbitration por Chambers & Partners. Es reconocido como Global Elite Thought Leader por WWL.