04/09/2019 Diario El Comercio (Perú)
Un vecino de barrio muy querido –un integrante más de mi familia– acaba de iniciar una batalla en el Poder Judicial contra su antiguo empleador. Le deben plata. Tiene más de 80 años. Gastará dinero y felicidad en trámites y abogados. Le pondrá mucho empeño.
Pese a eso, la probabilidad de que vea en vida el resultado del juicio (bueno o malo) es muy baja. Los procesos judiciales pueden durar toda una vida o más que eso…