05/10/2016 El Comercio de Perú.
Si uno habla con los reguladores y les pide que cuenten de sus necesidades, lo primero que le van a decir es que les falta plata. Se argumentan nuevas responsabilidades que demandan atención y más recursos. Esto parece razonable solo hasta el punto en el que uno identifica el origen de parte del problema. Los reguladores crean telarañas regulatorias que son costosas de administrar incluso para ellos mismos…