Publicado por: Revista Energiminas , diciembre 2021
Ximena Calderón Rojas. Asociada del área de Regulación y Competencia del Estudio Bullard Falla Ezcurra
Ana Julia Abad Dioses. Ingeniera en el área de Operaciones y Mantenimiento en Empresa de Generación Huallaga.
El COVID-19 y el cambio climático han acelerado a nivel mundial la transición energética, que prioriza el uso de fuentes renovables y la innovación tecnológica. La comunidad internacional nos presiona cada vez más hacia una matriz sostenible que asegure un porcentaje mínimo de “energías limpias” en los procesos industriales. Por ello, la llegada del bicentenario y el cambio de gobierno nos invitan a reflexionar sobre por qué el Perú se encuentra tan lejos de una transición energética, en comparación a otros países de la región de América Latina y el Caribe.
En la Política Energética Nacional 2010-2040, se priorizó la diversificación de la matriz energética hacia fuentes renovables. En ese sentido, se publicó un Plan Energético Nacional 2014-2025 y se asumieron las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) con el fin de mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, al 2021 los proyectos con recursos energéticos renovables (RER) solo han alcanzado una participación del 8.5% de la capacidad instalada del SEIN, alejando al Perú de la tan anhelada transición energética.
En este contexto, es necesario observar la experiencia comparada para identificar oportunidades de mejora frente a esta problemática y beneficiarnos del camino que ha sido recorrido por otros países. Como resultado de esta investigación, hemos identificado que la transición energética depende sobre todo de una estrategia regulatoria de largo plazo que promueva la innovación tecnológica para el uso eficiente de las fuentes renovables. Si bien el Perú elaboró un planeamiento energético, la falta de definición de acciones concretas y de mecanismos de seguimiento ha imposibilitado que se logren los objetivos trazados que han quedado básicamente en el papel. Considerando ello, proponemos las siguientes acciones técnico-legales para alcanzar la transición energética que el Perú necesita:
- • Creación de una comisión o grupo de trabajo que pueda coordinar y administrar el cumplimiento del plan energético nacional.
• Definir una hoja de ruta que incluya la participación de los principales actores en el sector (autoridades competentes, académicos, usuarios, empresas, asociaciones, partidos políticos), sobre todo de aquellos con especialización y experiencia en los temas que se sometan a discusión para garantizar un proceso transparente y legítimo.
- • Establecer mecanismos de monitoreo que permitan verificar el cumplimiento del plan, tales como una actualización obligatoria cada cinco años y un informe final anual de seguimiento.
• Proyectar escenarios de largo plazo para determinar el nivel adecuado de penetración de los proyectos con RER. Mientras no se implementen soluciones técnica y económicamente factibles que mitiguen la intermitencia de las energías renovables no convencionales (como la eólica y solar) y frente a la estacionalidad que tiene la hidrología en el Perú, será necesario continuar asegurando la operación de las centrales de generación a gas natural como la tecnología que facilitará la transición, dándole valor a nuestros recursos y permitiéndonos generar energía a bajo costo.
- • Diseñar medidas para promover la innovación tecnológica (ya sea a través de asociaciones público-privadas o eliminando posibles barreras regulatorias).
- • Promover la competitividad de los proyectos con RER, eliminando distorsiones (por ejemplo, la reducción gradual de subsidios, adaptar los mecanismos de contratación para que puedan participar en el mercado de energía y potencia, adecuar su participación en el mercado de servicios complementarios mediante sistemas de almacenamiento de energía).
- • Establecer incentivos para que un porcentaje de la producción de energía de los participantes en el mercado mayorista de electricidad provenga de “energías limpias”, por ejemplo, a través de certificados que lo acrediten.
- • Diseñar una estrategia nacional para desarrollar proyectos con hidrógeno verde a partir de RER y proyectos de generación distribuida.
En el futuro, vemos al Perú transitando hacia una matriz energética diversificada. Será la combinación del uso de RER, el desarrollo de instrumentos tecnológicos y una estrategia nacional lo que nos lleve a lograr esta visión de largo plazo.
La transición energética es una carrera de largo aliento en la que se deben valorar las particularidades del país. En esa línea, nuestro mejor soporte serán los proyectos de gas natural que continuarán brindando flexibilidad y seguridad al sistema ante la intermitencia de las centrales de generación con RER. Esto es importante porque solo con una planificación ordenada aprovecharemos al máximo nuestros recursos, que corren el riesgo de perder su valor actual debido al rápido avance tecnológico global.
La buena noticia es que no tenemos que empezar de cero y podemos utilizar la experiencia de otros países que han iniciado esta carrera antes que nosotros. Pero no podemos confiarnos. Debemos comenzar a tomar acciones concretas para transitar hacia una matriz energética sostenible si queremos construir un mejor futuro.
Anexo: experiencia comparada
Como indicamos en el artículo, nuestras propuestas han sido elaboradas sobre la base de nuestra investigación de los planes energéticos de otros países. Por ello, nos parece importante precisar en qué país nos hemos basado en cada caso:
Propuesta | Experiencia comparada |
Creación de una comisión o grupo de trabajo | Uruguay (Comisión Multipartidaria) y Chile (Comité Consultivo) |
Definir una hoja de ruta que incluya la participación de los principales actores en el sector | Destacamos el caso de Uruguay que buscó consenso de los partidos políticos en oposición parlamentaria y el caso de España que se encuentra obligada a garantizar la participación del público general por reglamento de la Unión Europea (Reglamento (UE) 2018/1999 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de diciembre de 2018) |
Establecer mecanismos de monitoreo | Así lo han hecho países como Chile y Costa Rica, que además incluyen un proceso participativo. |
Proyectar escenarios de largo plazo para determinar el nivel adecuado de penetración de los proyectos con RER | En Chile, en una primera fase se proyectaron escenarios de largo plazo para determinar niveles plausibles de penetración de los proyectos con RER no convencionales. Como parte de sus planes, Colombia y Costa Rica elaboraron proyecciones de demanda a largo plazo. |
Diseñar medidas para promover la innovación tecnológica | Resaltamos el caso de Chile, que establece como parte de sus lineamientos definir una política de ciencia, tecnología e innovación en energía, así como también reducir las barreras a la innovación y emprendimiento en energía. |
Promover la competitividad de los proyectos con RER y eliminar distorsiones | Este es un aspecto que se viene discutiendo en Perú desde hace algunos años, también en otros países como Panamá se evalúa evitar distorsiones que reduzcan la competencia entre los generadores. |
Establecer incentivos para que un porcentaje de la producción de energía de los participantes en el mercado mayorista de electricidad provenga de “energías limpias” | Mercado de certificados de energías limpias (MCEL) desarrollado en el Mercado eléctrico mayorista de México que ha permitido aumentar la participación con RER. |
Diseñar una estrategia nacional para desarrollar proyectos con hidrógeno verde a partir de RER y proyectos de generación distribuida | Chile se ha propuesto producir hidrógeno verde más barato del planeta para el 2030 y contar con 5GW de capacidad de electrólisis en desarrollo al 2025. Asimismo, en Colombia se promueve la generación distribuida y la autogeneración a pequeña escala a través de la regulación. |
Ximena es abogada por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha cursado estudios de Regulación y Competencia y Derecho Administrativo Sancionador en la Universidad de Valladolid. Tiene práctica en las áreas de Regulación Económica, Regulación en Energía, Infraestructura y Telecomunicaciones, Concesiones y Derecho Administrativo. Cuenta con un nivel fluido de inglés, así como de francés.