28/03/2015 El Comercio de Perú
Así se calificaba en la serie de televisión “El Superagente 86” a Maxwell Smart, el torpe espía que nos hizo reír hasta el cansancio en los años setenta. Con zapatófono en mano (un zapato teléfono en las épocas que no existían celulares), Smart era incapaz de hacer nada bien: se disfrazaba sin engañar a nadie, sus armas secretas nunca funcionaban y solo la suerte lo conducía a un final feliz en cada capítulo.
Agente del recontraespionaje
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