28/02/2015 El Comercio de Perú
El invento de la imprenta por Gutenberg desató en su tiempo una ola de críticas. A la teoría de que era peligroso poner al alcance de “la plebe” la cultura a través de tanto libro, se sumaron voces que decían que la juventud se perdería en el ocio y la distracción de leer dejando de esa manera de trabajar y hacer cosas provechosas (igualito a lo que hoy se dice de la juventud y las computadoras, los smartphones y las redes sociales). Incluso, en pleno siglo XIX, el dos veces primer ministro británico Benjamin Disraeli llegó a decir que la mayor desgracia que le había caído al hombre era la imprenta porque había destruido la educación.
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La bendita maldición de Gutenberg
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