24/05/2014 El Comercio de Perú
El siguiente relato no me ha ocurrido una ni dos veces, sino infinidad. En una conversación con distintas personas sale la discusión sobre los derechos de los gays, sobre si la relación entre personas del mismo sexo es una situación natural o sobre si se les debe permitir casarse. Las personas se indignan. Viene entonces el argumento que, tratando de ser venenoso y contundente, toma la forma de una pregunta retórica: “¿Te gustaría que uno de tus hijos te dijera que es gay?”. La pregunta se formula en tono de ‘touché’,de “te di”.
Soy gay
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