El economista sin fronteras

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10/05/2014 El Comercio de Perú
La gente se casa porque está enamorada (al menos eso cree). Y se divorcia por qué cree que se ha desenamorado. Parecería que la economía puede decir poco del amor y de por qué nos enamoramos. Pero alguien demostró que en realidad nos casamos o nos divorciamos en base a cálculos de costos y beneficios marginales. Resulta que los hombres de altos ingresos tienden a ser más polígamos que los de bajos ingresos. Y que las parejas de ingresos diferentes suelen divorciarse más que las de ingresos similares.

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