27/04/2013 El Comercio de Perú
«Casarse con alguien no siempre significa amar a esa persona. El amar a esa persona tampoco significa que te casarás con ella. Los amores y las conveniencias no siempre coinciden. El resultado puede ser la falta de compromiso e infidelidad. El gobierno de Humala encaja en ese dilema. Un matrimonio por conveniencia lo lleva a prometer fidelidad a alguien (la hoja de ruta) de la que no está enamorado. Es como casarse con alguien porque su papá tiene plata. El presidente juró ser fiel a quien le daría estabilidad económica y viabilidad electoral. Pero su amor verdadero está con otra (la gran transformación), que lo seduce y emociona, que lo entusiasma, que le quita el sueño. El resultado es incertidumbre y ambigüedad. Casarse por conveniencia y estar enamorado de otra debe ser muy difícil. Cabeza y corazón recorren caminos diferentes.»
Descargar publicación
El Mujeriego
Tiempo de lectura: 2 minutos