Publicación BFE+
Sin duda uno de los principales factores que afectó nuestra vida cotidiana en el último año fue la pandemia generada por el COVID-19. Estos efectos han abarcado muchos aspectos de nuestra vida, incluyendo, por supuesto, nuestra vida profesional. El mundo del arbitraje no ha sido la excepción. Es por ello que en el año 2021 la Queen Mary University of London junto con White & Case elaboraron su encuesta anual con la denominación “Adapting Arbitration to a Changing World”. Y es que la importancia adaptarse a un entorno cambiante no solo es una obligación, sino que representa la naturaleza misma del arbitraje. Una herramienta flexible hecha a medida de los usuarios que la emplean.
Los resultados de la encuesta 2021 son interesantes ya que nos dan luces sobre preferencias y percepciones de los usuarios de sistemas arbitrales en el mundo. Los temas más interesantes relacionados con la temática de este año son 3: (i) diversidad; (ii) uso de tecnologías; y (iii) sostenibilidad y seguridad de la información.
Sobre la diversidad se ha identificado que más de la mitad de los encuestados están de acuerdo en que se han logrado avances en términos de diversidad de género en los tribunales arbitrales durante los últimos tres años. Sin embargo, menos de un tercio de los encuestados cree que ha habido avances con respecto a la diversidad geográfica, de edad, cultural o étnica. La problemática de la diversidad geográfica es una realidad no solo en el mundo del arbitraje comercial sino también en el de inversiones. El Informe de Estadísticas del CIADI para el año 2020 indica que el gran porcentaje (73%) de árbitros nombrados en casos CIADI pertenecen a Europa Occidental, América del Norte o Asia.
La encuesta no solo identifica problemas, sino que también nos da algunos puntos de vista sobre cómo se podría abordar esta problemática. Muchos encuestados consideran que se deben fomentar las oportunidades para aumentar la visibilidad de diversos candidatos a través de iniciativas como “educación y promoción del arbitraje en jurisdicciones con redes de arbitraje internacional menos desarrolladas” (38%), “más programas de tutoría” (36%) y “oportunidades de hablar en conferencias para miembros menos experimentados y más diversos” (25%). Es una buena oportunidad para examinar si algunas o todas de estas medidas pueden ser puestas en práctica por nuestras organizaciones para atacar una percepción clara del mercado respecto al mundo arbitral.
Es interesante que los encuestados destaquen el rol de las entidades nominadoras y las instituciones arbitrales en lograr los objetivos de diversidad. Por ejemplo, el 59% de los encuestados enfatiza el papel de las autoridades nominadoras y las instituciones arbitrales en la promoción de la diversidad, mediante la adopción de políticas expresas de sugerir y nombrar a árbitros diversos como candidatos. Sin embargo, es igual de importante el rol de los abogados ya que aproximadamente la mitad de los encuestados destaca el «compromiso del abogado para sugerir diversas listas de árbitros a los clientes».
Sobre el uso de tecnologías es interesante el efecto del COVID-19 en la propagación del uso de audiencias virtuales. En este sentido el 79% de los encuestados ha indicado que elegiría “proceder de acuerdo con el calendario programado con una audiencia virtual”. Solo el 16% “pospondría la audiencia hasta que pudiera celebrarse en persona”, mientras que el 4% estaría de acuerdo con que se dictara un laudo en base a solo la prueba escrita.
Los encuestados también han opinado sobre los beneficios de una audiencia virtual. En general los resultados han sido bastante positivos. El “potencial para una mayor disponibilidad de fechas” se considera el mayor beneficio de las audiencias virtuales, seguido por “una mayor eficiencia mediante el uso de la tecnología” y “una mayor flexibilidad de procedimiento y logística”. Sin embargo, los aspectos que más preocuparon incluyen la “dificultad de adaptarse a zonas horarias múltiples o dispares”, la impresión de que es “más difícil para los equipos de abogados y los clientes conversar durante las sesiones de audiencia” y la preocupación de que podría ser difícil de controlar testigos y evaluar su credibilidad.
¿Cómo seguir después de la pandemia?, pues algunas ideas han surgido en base a la percepción de los encuestados. Por ejemplo, los encuestados preferirían una “combinación de formatos presenciales y virtuales” para casi todos los tipos de interacciones, incluidas reuniones y conferencias. Los formatos totalmente virtuales se prefieren por poco frente a las audiencias presenciales, pero los encuestados preferirían mantener abierta la opción de audiencias en persona para audiencias sustantivas, en lugar de una participación puramente remota.
Es decir, en general vemos una clara aceptación no solo a la virtualidad sino también un deseo de incorporarla hacia el futuro. Y es que muchos de los encuetados han encontrado que lo que antes consideraban como algo necesario en realidad no lo era, sino que puede ser reemplazado por herramientas igualmente fiables.
Finalmente, respecto a la sostenibilidad se mantiene la tendencia del paperless arbitration. Los encuestados muestran una clara disposición a adoptar prácticas sin papel, como la producción de documentos en formato electrónico, presentación de escritos, pruebas y correspondencia en formato electrónico; y el uso de files arbitrales completamente electrónicos. Es clara la tendencia hacia un arbitraje más verde y eco amigable.
Por supuesto, el uso de tecnología tiene un impacto en la seguridad esperada por los usuarios. Esto porque si bien antes el papel podía ser guardado en instalaciones con seguridad, se espera que lo mismo pueda hacerse con la información virtual. En ese sentido, las medidas y herramientas de seguridad de TI más utilizadas o recomendadas por los encuestados incluyen “plataformas basadas en la nube para compartir datos electrónicos o enviados electrónicamente”; “limitar el acceso de personas”; “cifrado de datos”; y “controles de acceso, como, autenticadores”.
En general, de los resultados de la encuesta 2021 Queen Mary University queda claro que a la “nueva normalidad” y uso de tecnología se le debe sumar la creciente búsqueda de diversidad por parte de los usuarios. No solo ello, sino que se mantiene la idea de generar eficiencias a través de reducir el uso de papel en los procedimientos arbitrales, con mayor énfasis en un escenario como el actual. Los tópicos y resultados de la encuesta nos demuestras la importancia del cambio y que el arbitraje tiene el potencial para adaptarse a las situaciones más inesperadas, como lo es una pandemia .
[1] Asociado de Bullard, Falla, Ezcurra +
Rodrigo es abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Asistió a la Arbitration Academy (París) en donde fue ganador del premio Laureate of the Academy 2019. Tiene práctica en las áreas de Derecho Corporativo, Derecho Civil, Derecho Internacional de Inversiones y Arbitraje; con enfoque en los sectores de construcción, telecomunicaciones, transporte, minería, electricidad, gas y petróleo. En la actualidad forma parte de la lista de árbitros de la Cámara de Comercio de Lima.